domingo, 31 de octubre de 2010

Sobre la necesidad de cuidar a nuestros lideres

Desde que los seres humanos han tomado conciencia de la existencia de la muerte en tiempos inmemorables, toda la acción y creatividad ha sido puesta en pos de lograr bajo cualquier forma transcender a esta. Podríamos pensar que toda creación humana ha sido en pos de ganarle a la certidumbre de morirse buscando formas de trascendencia a la vida, las escrituras rupestres sobre paredes fue una de las formas primarias de trascender a la muerte, el lenguaje y las historias orales, los monumentos entre otras han sido formas de enfrentar la finitud de la vida.

En tiempos más cercanos, la idea de la descendencia para muchas personas tiene también esa función, transcender a la muerte, por ello cuando no pueden asegurarse la descendencia se siente la frustración consciente del límite que la naturaleza estableció.

La muerte es lo único que nos iguala y hemos aprendido a naturalizarla a través de la historia como parte de un proceso implacable, por eso la muerte de un anciano parece natural y la de un niño nos duele y parece injusta.

En las sociedades la existencia de la muerte adquiere características similares, cuando se da un accidente o una fatalidad la movilización frente a la muerte impacta de manera muy diferente a la desaparición de personas conocidas o famosas entrada en años o con graves problemas de salud, ya que se comprende esa partida como propia de la naturaleza.

Pero cuando la muerte afecta a alguna figura social, el impacto no es el mismo.

Se ha muerto Néstor Carlos Kirchner, ex Presidente de la Nación, Secretario General de la UNASUR, presidente del partido gobernante y activista político full time.

Su figura ha irradiado las agendas políticas en los últimos años, su liderazgo impregno la constitución de las identidades políticas al punto que logro generar en la política vernácula la construcción de un gran partido anti, como no existía en la Argentina desde mediados del siglo XX.

Las nuevas generaciones han tenido acceso a un relato de la historia reciente del país, dejamos para otra oportunidad un debate al respecto, de la mano de Kirchner quién logro conformar un relato político confrontando con la historia para explicar lo que no podía explicar de otras maneras

En estas horas abra dolor autentico, habrá lágrimas correctas, habrá oportunismo como en cualquier velatorio, pero de seguro hay y habrá una sensación de vacío que es la que dejan los líderes cuando parten.

No importa su legado, no importa su actuación en vida, lo que importa es que con la muerte de un líder político la sociedad toda que un poco desguarecida, no solo sus simpatizantes, sino el conjunto.

Se ha muerto un ex presidente y el pueblo debe darle su justo reconocimiento con todos los honores, no se trata de decir si fue bueno o malo, se trata de cuidar a nuestro lideres para ponerlos a disposición del pueblo y de la historia que hacemos todxs.

Néstor Carlos Kirchner ha muerto y su obra trascenderá a la finitud de la vida, es cuestión de nobleza trabajar para que esta no haya sido en vano.

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