El asunto es que en la Navidad del 2001 me había comprometido, con mi amigo Anibal Filipini, a estar cuatro horas todos los viernes del año, con la excepción del mes de enero, asesorando a los vecinos del barrio de la Cava en el acceso a sus derechos esenciales. De alguna manera era mi respuesta a los sucesos de diciembre del 2001, que me habían encontrado en el Gobierno de la Alianza. (ver más)
Los primeros viernes fueron un tanto desoladores, ya que mi estadía no encontraba eco alguno. Hasta que un día se hizo presente Marcelo Avalos para consultarme sobre un problema grave. Su hijo Mariano, carecía de DNI ya que nunca lo habían inscripto. En ese momento me sentía capacitado para responder cualquier tipo de consulta, pero esto de una persona sin partida de nacimiento y DNI me sonaba muy extraño.
El lunes siguiente me tome el trabajo de acercarme al Registro Civil para que me desinformen, de allí a la Justicia y con paciencia aprender como podría solucionar tamaño inconveniente.
Tiempo después pudimos realizar las gestiones necesarias y a los pocos viernes comenzaron a venir Madres con hijos indocumentados de diversos lugares. Marcelo les había comentado y sin darme cuenta estaba descubriendo un problema estructural en su dimensión absoluta.
Comprendí que no alcanzaba mi buena voluntad y comenzamos a conversar con varios amigos con los cuales poco tiempo después formamos el iadepp
El tiempo nos fue dando oportunidades y supimos aprovecharlo apostando a luchar por modificar la situación de los marginados dentro de los marginados. Luego a instancias de Gonzalo Lantaron comenzamos a asesorar Inmigrantes, logrando la inscripción de más de 12mil hermanos latinoamericanos.
También tuvimos reconocimientos, premios, omisiones, abandonos e incomprensión en amigos de la política, pero sobretodo pudimos construir una herramienta con la cual podemos seguir intentandolo
Ayer, cuando Mariano Avalos ocupaba su lugar de todos los viernes atendiendo consultas ahora ya no en busca de soluciones sino asesorando, cuando Carina y Malvina me vinieron a buscar para proponerme hagamos un documental sobre indocumentados con sus testimonios de vida, tome noción del tiempo y de muchas cosas.
Pasaron ocho años, ocho años de esfuerzo y de compromiso. Donde Miguel Cruzalegui y Rosa Medina y varios más, pusieron mucho para que nunca fallemos. Con sencillez, sin más recursos que las ganas de luchar para lograr igualdad, libertad y felicidad.
En eso estamos, quiero compartirlo, nos lo merecemos.
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