jueves, 12 de abril de 2012

100% ciudadanos

En 2009 desde el iadepp nos propusimos una meta: ningún chico sin documento en 2010. Parecía perfectamente posible. Nuestro país iba bien, económicamente hablando, y según el relato oficial la política pública se concentraba en aquellos que más necesitan el soporte del Estado. Han pasado dos años desde aquella meta y los indocumentados siguen ahí, invisibles y eclipsados. Solo el trabajo voluntario de diversas organizaciones sociales hace que vayan goteando ciudadanos argentinos que acceden a su identidad.


En Argentina hablamos demasiado del pasado, y tenemos la insana costumbre de buscar siempre al culpable en el otro. El mal siempre viene del otro lado o de afuera, como si nosotros no fuéramos parte del problema. Nos preocupamos del comportamiento de los demás (que no podemos controlar) pero nunca del propio (que sí podemos controlar). Es una combinación nociva: nos impide afrontar el futuro aprendiendo de los errores del pasado. Esto nos afecta en tanto que ciudadanos y en tanto que actores políticos y sociales. Y así, de tanto discutir sobre quien tuvo la culpa, nos olvidamos de solucionar el problema...

Nosotros queremos hablar del futuro. Mejor dicho: queremos hacerlo. Y no nos interesa la retórica de los problemas, sino solucionarlos.

Hablamos con los actos. Desde iadepp, y con el concurso de militantes comprometidos con su tiempo y con su país, tomamos hace tiempo la iniciativa de aprovechar todos los recursos legales y administrativos para documentar uno a uno a miles de argentinos e inmigrantes sin regularizar su documentación. 



Estuvimos, y seguimos estando, en la calle, ayudando a la gente a que su derecho sea respetado y garantizado. Estuvimos, y seguimos estando, también en la agenda política nacional al solicitar a la Presidenta una solución definitiva al dossier de los indocumentados en Argentina. Sabemos que no hablamos solos. 


Si analizamos la tercera prórroga consecutiva del Decreto 90/09 vemos que la Presidenta se hizo eco de las demandas de los indocumentados y decide seguir adelante con la inscripción administrativa de niños y niñas hasta 12 años en los registros civiles próximo al lugar de nacimiento con la presencia de dos testigos. La decisión es correcta. Sin embargo, el problema radica en la población que se encuentra fuera del alcance de esta resolución administrativa, adolescentes y jóvenes que requieren encontrar una salida definitiva para poder acceder al derecho a la identidad


Estamos convencidos que con la decisión política del Gobierno, y un marco legal adecuado, en el transcurso de doce meses podríamos lograr la incorporación del 100% de los ciudadanos a su identidad. Eso equivale a que miles de personas puedan tener derechos civiles plenos, acceder a un título educativo, firmar un contrato de trabajo sin sufrir abusos en las condiciones laborales o acceder con plenitud al derecho a la salud y el bienestar y dejar así de ser objeto de la concesión o la caridad. La Presidenta, que coloca entre sus prioridades la inclusión social creemos firmemente ha de ser sensible a esto.

La última Asamblea del Iadepp, que se desarrollo en la ciudad de San Fernando, elevó una petición para que la Presidenta de la República dé una solución definitiva al problema. En concreto, "implementar un programa de documentación para los argentinos no inscriptos al nacer".

Esta reunión fue ocasión para presentar un ambicioso plan de trabajo para 2012 centrado en la agenda de futuro de la Argentina. La larga experiencia en el trabajo de los indocumentados nos acercó a los problemas desde una mirada práctica y nos hizo ver que la agenda de futuro del país no se puede construir desde la retórica del pasado. 



En ese contexto, se presentarán en breve algunas de las actividades y alianzas que estamos configurando con organizaciones como Un Techo Para Mi País o La Flecha para configurar instrumentos que permitan dotar de ideas de cara al futuro. 


En el mismo sentido seguimos avanzando con la organización internacional Aflouton, con la certeza que contamos con la herramienta que haga posible la participación ciudadana en pos de la transformación de la realidad. En eso estamos y seguimos, podemos lograrlo.