viernes, 9 de noviembre de 2012

De la bronca a la acción


El abismo entre lo que habla la dirigencia política en nuestro país y lo que ocurre en la vida de las personas es inmenso, así lo manifestaron las miles de personas que se volcaron a las calles en el marco del 8N.

La crisis política en gestación parece ser ignorada no solo por el Gobierno Nacional, sino también por muchos líderes políticos de oposición.

El intento de buscar consignas unificadas por parte de quiénes están a favor y de quiénes están en contra de la marcha, impide observar que la unidad de criterio expresada en la calle fue la bronca.

Se padece la inflación y el gobierno nacional la niega, pero tampoco se escuchan voces alternativas que ofrezcan una solución. Rara vez escuchamos, tanto del gobierno como de la oposición un plan concreto ante la inseguridad o plan para mejorar el servicio de transporte público o el estado de las rutas.

La dirigencia política se asemeja a la orquesta tocando en el Titanic.

Sería ingenuo ignorar la sumatoria de intereses detrás esta convocatoria, en especial la pelea del grupo Clarín con el Gobierno, pero es absolutamente claro que ningún medio de comunicación o partido político puede movilizar cientos de miles de personas si no hay condiciones objetivas de malhumor social

Cada mañana, miles de personas suben a trenes donde se viaja peor que el ganado, con accesos a la ciudad de Bs As colapsados, con un problema inflacionario que carcome el salario de cualquier trabajador exponencialmente marcado en el pago de ganancias.

Estamos ante una sociedad que esta cansada, cada uno tendrá sus motivos, unos lo harán por el cepo cambiario, otros lo harán por la inseguridad, otros por la fragata libertad y otros porque están cansados de todo. Se percibe cansancio que se expresa en bronca.

Bronca a un gobierno ya no por su forma arrogante de gobernar, bronca porque se hace visible que se malgastaron los diez años de crecimiento económico en cualquier cosa menos en mejorar las condiciones de vida de los argentinos. Un día de calor no colapsa un sistema energético, son diez años de desatención y mal gobierno como lo expresan los trenes que mataron a 52 trabajadores a la velocidad de una bicicleta.

Pero no es el Gobierno el único actor de la escenaexisten otros actores que han manifestado hasta aquí una incapacidad manifiesta de constituir propuestasNo se trata de un problema electoral, se trata de un problema de contenidos programáticosque mejoren la realidad, porque hay una cantidad de problemas irresueltos que el Gobierno se ha manifestado incompetente para solucionarlopero tampoco han surgido ideas y propuestas desde la oposición.

Las condiciones internacionales, de un país que depende esencialmente del precio de los productos primarios, son muy favorables para nosotros ya que a diferencia del año 2001 donde el precio de los alimentos era de 120 pesos dólares, hoy esos mismos productos cuestan 580 dólares, casi tres mil pesos. ¿Ese excedente en que se utiliza?

Ahora es tiempo de pensar y proponer soluciones, transformar la bronca en una agenda de propuestas que hablen de proponer soluciones. En el año 2013 habrá elecciones para elegir legisladores Nacionales, provinciales y locales, ideal para realizar un gran acuerdo en torno a varios puntos que preocupan a los argentinos.

Los problemas estructurales que padecemos como sociedad implican necesariamente una cultura de acuerdos que trasciendan los tiempos de un gobierno y requieren más del largo plazo que de la inmediatez, un día se debe comenzar. 

En ese sentido el dialogo entres las fuerzas políticas debe estar orientado al consenso en propuestas y no la burda especulación electoral. Nos merecemos algo mejor como sociedad, necesitamos asumir con responsabilidad el tiempo que nos toca y los problemas más complejos requieren de menos oportunismo y más compromiso con los problemas que padece nuestro pueblo

No hay comentarios: